El síndrome de inmovilidad en personas mayores es un padecimiento que tiene un profundo impacto negativo en sus vidas, ya que pasan de ser autónomos a dependientes.
Se trata de una condición determinante y es necesario estudiarla con detenimiento para identificar sus causas, ya que el síndrome de inmovilismo en el adulto mayor puede deberse a caídas recurrentes, afecciones cerebrales como Parkinson u osteoartritis, entre otros catalizadores.
La reducción de la movilidad debe ser atendida como un padecimiento médico de mucho cuidado, por lo que es necesaria la evaluación de especialistas y el cumplimiento a cabalidad del tratamiento.
Al identificar la causa de este síndrome se podrá determinar si es posible que se pueda revertir algo de la inmovilidad con apoyo médico y kinestésico.

sindrome de inmovilidadA quién afecta el síndrome de inmovilismo

El síndrome de inmovilismo en el adulto mayor se define como una reducción en la capacidad que tienen las personas de edad avanzada para desempeñar actividades cotidianas, hasta incluso quedar completamente postrados en cama.
Este síndrome de inmovilidad resulta uno de los principales padecimientos geriátricos, que se presenta como una consecuencia grave de diversas afecciones de salud propias del envejecimiento.
De acuerdo con estudios recientes, se calcula que 20 % de los ancianos de países en vías de desarrollo tienen importantes limitaciones para moverse. Y la mitad de este grupo está totalmente inmóvil, en estado de postración total.
Algunas investigaciones señalan que el riesgo de padecer algún tipo de inmovilidad se incrementa a medida que la persona tiene más años. Además, indican que hay una mayor incidencia de síndrome de inmovilismo en los pacientes de sexo femenino.

Causas por las que dejan de caminar las personas mayores

Son diversos los factores de salud que pueden generar el síndrome de inmovilidad en los ancianos, por lo que este padecimiento debe ser oportunamente evaluado por un médico.
Es importante señalar que la inmovilidad de las personas mayores puede ser progresiva o puede ocurrir de forma inmediata y sorpresiva.
Cuando surge la pregunta “por qué dejan de caminar los ancianos” la respuesta puede ser muy amplia. En este sentido hay que mirar las principales causas que originan el síndrome de inmovilismo en los adultos mayores, entre las que destacan las siguientes:

Musculoesqueléticas

Son aquellas enfermedades y condiciones que tienen que ver con el deterioro de músculos y huesos, las cuales conllevan a la inmovilidad.
La lista de patologías musculoesqueléticas que pueden limitar la movilidad de los ancianos es bastante larga; sin embargo, las más frecuentes son las siguientes:

  • Osteoartrosis de piernas.
  • Artritis inflamatoria de miembros inferiores.
  • Fracturas.
  • Debilidad muscular.
  • Enfermedades dolorosas de los pies.

Neurológicas

Todas aquellas condiciones que tienen un impacto neurológico pueden originar la pérdida en la movilidad de los ancianos.
Las enfermedades más comunes que hacen que los ancianos tengan serios problemas para movilizarse son las siguientes:

  • Parkinson.
  • Demencia.
  • Neuropatía periférica.
  • Espondilosis cervical.
  • Falta de vitamina B12.
  • Estenosis espinal.

Cardiovasculares

Las enfermedades que complican el flujo sanguíneo pueden ocasionar el síndrome de inmovilidad. Las más frecuentes son las siguientes:

  • Insuficiencia cardíaca.
  • Obstrucción coronaria.
  • Vasculopatía de miembros periféricos.

Pulmonares

La falta de buena oxigenación limita en gran medida la movilidad. El anciano que tiene una condición pulmonar se sentirá rápidamente fatigado, por lo que evitará al máximo el movimiento.
Dentro de esta caracterización destaca especialmente la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Psicológicas

Por ejemplo, un anciano que esté atravesando un cuadro depresivo y de desesperanza puede presentar síndrome de inmovilismo.
Los adultos mayores que también han sido muy medicados con drogas muy fuertes (o las han consumido por voluntad propia) también pueden desarrollar distintos grados de inmovilidad.
Una vez que se ha determinado la causa que detonó el síndrome de inmovilismo, se podrá evaluar si se puede revertir o detenerse con tratamiento médico.

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¿Qué efectos tiene este síndrome?

Existen distintas alteraciones en el estado de salud general del anciano que padece el síndrome de inmovilidad. Estos escenarios afectan a distintos sistemas.

Consecuencias físicas

Al hacer una evaluación del anciano con inmovilidad se evidenciará que ha perdido la sensibilidad propioceptiva; es decir, que deja de percibir músculos, huesos y tendones. Además tendrán un lento tiempo de reacción y pérdida de reflejos.
En cuanto a los efectos negativos sobre las capacidades motoras, habrá una grave pérdida de masa muscular por inmovilidad, que irá agravando el síndrome de inmovilismo.
Otra consecuencia será la debilidad general, así como la disminución de la capacidad respiratoria por falta de ejercicio e inactividad. Así mismo, el tromboembolismo pulmonar y la dificultad circulatoria en los miembros inferiores también son peligrosos efectos de la inmovilidad en los ancianos.
Por último, las úlceras son una afección muy común, que además pueden complicarse con mucha frecuencia.

Psicológicas

Entre los efectos de la inmovilidad hay que destacar los que se refieren al ámbito psicológico. Un anciano que tiene serias limitaciones para moverse tiene mayor probabilidad de presentar cuadros de depresión y angustia.
El miedo a caerse o a dejar de moverse por completo también son consecuencias muy comunes de este síndrome.

Sociales

La principal consecuencia social del síndrome de inmovilidad en personas mayores es que el anciano deja de ser auto-suficiente y se convierte en dependiente.
Esto crea nuevos patrones de relaciones en las familias, debido a que se hace imprescindible que alguien asuma el rol del cuidador, con todas las consecuencias que eso trae.
El anciano que está limitado ha perdido también su capacidad de generar ingresos, sumando un factor económico importante.
Generalmente, las personas mayores que padecen del síndrome de inmovilidad están aisladas de las actividades de esparcimiento y recreación. Esto suele agravar las consecuencias psicológicas como la depresión y la desesperanza.
Una valoración médica exhaustiva del anciano permitirá identificar las causas del síndrome de inmovilidad, prevenir algunos de sus efectos y atenderlos de manera oportuna, todo esto en procura de dar a la persona mayor calidad de vida y minimizar sufrimientos.
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