La jubilación es una tradición sumamente arraigada en los trabajadores de muchos países, donde es toda una institución este derecho adquirido. Está basado en el consabido sistema de reparto según el cual los aportes de unos son las pensiones de otros. Sin embargo, también es posible obtener una jubilación sin aportes.
Fundamentos del sistema de reparto
Aunque parezca un contrasentido, esto último es cierto y puede que sea una desnaturalización del sistema si vemos sus fundamentos. Y es que, en principio, el sistema de pensiones fue ideado para que los aportes de los trabajadores activos fueran la fuente de recursos que permitía el pago de una renta vitalicia para los que cumplieran con los requisitos de jubilación.
Hay que precisar que para el momento de la concepción de este sistema basado en el reparto de dinero recaudado por el Estado de forma obligatoria, la expectativa de vida de los seres humanos no alcanzaba los 65 años, lo que permitió que sus arcas se alimentarán fácil y rápidamente.
Es decir, el sistema podía auto sustentarse con mucha holgura. De hecho, por muchos años mostró un significativo superávit, ya que nunca hubo a finales del siglo XIX y principio del XX –cuando Otto Von Bismark lo instituyó en Alemania– tanta gente con edad de retiro como para que el sistema sufriera algún tipo de déficit.
Lo que ocurre luego de más de 100 años de aquello es que el hueco fiscal que el sistema público de pensiones produce en el presupuesto nacional cada año es incontenible e inconmensurable. Luego de todas estas consideraciones se viene inevitablemente la pregunta: entonces, ¿cómo es posible optar a una jubilación sin aportes en España?
El estado de bienestar
A lo largo de la historia se ha promovido en la mayoría de los países occidentales una manera de entender el progreso a través de la intervención de los Estados. Esto es lo que se conoce como el Estado de Bienestar. Por medio de esta doctrina se asume como tarea del Estado hacerse cargo de que el nivel de vida de sus ciudadanos sea el mejor posible.
De allí que las diferentes reformas que se han hecho a las legislaciones que norman a las jubilaciones se hayan reformado para flexibilizarlas y cubrir con beneficios crecientes a una mayor cantidad de personas, aunque no pocas veces sus consecuencias económicas y financieras se tomen muy a la ligera.
En todo caso, contamos legalmente con lo que se conoce como las pensiones no contributivas, para las cuales no es necesario cumplir con el supuesto de haber hecho una cierta cantidad de aportes por un cierto número de años y que otorgan igualmente el derecho a la renta que supone la pensión de jubilación.
Calcula tu renta vitalicia aquí
¿Tengo derecho a una pensión sin cotizar?
La respuesta corta es sí. Es posible reclamar una pensión aunque no se haya cotizado o no se hayan alcanzado aportes necesarios mínimos para ello. Hay esta posibilidad siempre y cuando se cumpla con otro grupo de requisitos que establece la ley, aunque con marcadas diferencias en el monto otorgado bajo esta modalidad.
Revisemos lo que abre la puerta a la jubilación sin aportes: requisitos. Lo primero que debemos cumplir es poder demostrar fehacientemente un estado de necesidad; es decir, que nuestros ingresos son a todas luces insuficientes, siendo menores a 5639,20 euros anuales. Este monto puede variar si el solicitante convive con otros familiares.
¿Cuáles son los requisitos para tener una jubilación sin aportes?
Residente en el país por 10 años
Luego de de demostrar el bajo nivel de ingresos que se tiene, la jubilación sin aportes o pensión contributiva exige también haber sido residente del país al menos 10 años, de los cuales los 2 inmediatos anteriores a la petición tienen que haber sido consecutivos.
Llegar a los 65 años de edad
Puede ser obvio, pero al igual que cualquier otra pretensión para la jubilación, es menester haber llegado a los 65 años de edad, a menos que se trate de una solicitud basada en incapacidad, que también puede ser otorgada a pesar de no haber completado las cotizaciones requeridas.
El espíritu de la norma es que la ayuda se otorga mientras se mantenga el estado de necesidad; por ello el beneficiario queda comprometido a participar cualquier variación en su situación que ya no amerite tal beneficio. El monto que se otorga en estos casos asciende a 402,80 euros, llegando a los 5639,20 euros anuales.
Aumenta tu pensión con Vittalias sin preocupaciones
Como vemos, los montos de las pensiones siempre están comprometidos con el creciente costo de la vida, más aún los que solo pueden optar a pensiones correspondientes a jubilación sin aportes. No obstante, hay mecanismos mediante los cuales podemos complementar estas menguadas cantidades.
Es perfectamente posible para un jubilado que sea propietario de una vivienda recurrir a la cesión de su titularidad para contar con una renta vitalicia sin tener que renunciar a seguir en su residencia habitual. La venta de la nuda propiedad es una de las opciones más recomendadas para personas con dificultades económicas en su etapa de retiro.
Anteriormente esto era motivo de inquietud cuando era planteado como una posibilidad para resolver los apuros económicos estructurales de los jubilados. Sin embargo, ya hoy entendemos que la vivienda es el punto en donde hemos enfocado la mayor parte de nuestros ahorros y es natural que busquemos obtener liquidez a través de nuestro inmueble.
En Vittalias te asesoramos en todo lo que necesitas para que puedas aclarar dudas al respecto y explorar más asertivamente esta posibilidad, cerciorándote además de que esta es una opción que se ajusta a tu situación e interés. No dudes en contactarnos sin ningún compromiso.
Si estás buscando la forma de conseguir una pensión de jubilación mayor, llegó el momento de hacer tu cálculo de la renta vitalicia. Ahora puedes vender tu casa y seguir viviendo en ella, pero con una pensión mensual extra para poder vivir cómo te mereces. Además, también tienes a tu disposición la hipoteca inversa de Vittalias.
¡Pídenos información sin compromiso y empieza a vivir la vida que mereces!